Viajó desde un lejano país para ayudar a un niño

La generosidad no conoce fronteras



    El internet tiene su lado amable, y gracias a él se conocen cientos de historias; algunas muy trágicas y tan decepcionantes para la humanidad, y otras, que nos hace saber que aún existe la bondad y que nosotros podemos ser parte de este positivo grupo.

     Un caso es el de Víctor Martín Angulo Córdoba, un niño de Perú que esmerándose en sus estudios le hace el frente a los obstáculos ocasionados por la pobreza que en su hogar se nota, al grado que para realizar sus tareas tiene que hacerla en la calle al pie del alumbrado público, pues en su casa no cuentan con electricidad.

     Su imagen viral a través de las redes sociales fue captada por las cámaras de seguridad de la zona, haciendo que conmoviera a las autoridades locales y le otorgaran las facilidades a la familia de Víctor para la instalación eléctrica en la humilde vivienda. 

     Pero hasta ahí no terminan la muestras de generosidad para seguir animando a Víctor a continuar su preparación escolar, pues su caso llegó a Baréin, país árabe donde radica Jacob Mubarak, un millonario empresario que decidió viajar a Perú para conocerlo y ayudarlo.

       Dueño de la empresa de dulces y chocolates London Store, Mubarak conoció la historia de Víctor y recordó su difícil infancia, pues siendo el tercero de cinco hermanos, Jacob sufrió de carencias afectivas que lo llevaron a la depresión incluso pensar en el suicidio. Sin embargo, superando dicha situación se dedicó a triunfar en los negocios sin olvidar su pasado, pues esto le ayudaría a mantener los pies en la tierra y ayudar a todo niño que le fuese posible sin importar raza, país, religión o idioma.



        Llegar hasta Víctor no fue nada fácil. Con la ayuda de su abogado y socio, contactó con el colegio en el que estudiaba el niño hasta dar con él. Tras localizarlo, Mubarak se presentó de inmediato en su humilde casa dando una alegría tremenda a Víctor y a su familia, pues se comprometió a rehabilitar la vivienda familiar, ponerle un pequeño negocio a su madre, incluso ayudará a restaurar el colegio donde Víctor estudia.  

      "Estoy contento de que los chicos me estén apoyando a construir mi casita, que es humilde y que nunca lo va a dejar de ser. Y agradecido porque también nos van ayudar a construir nuestro colegio". Palabras de Víctor, a un periódico local que cubrió dicha historia.
 
      De esta forma es como nosotros conocimos que la generosidad no está peleada con el dinero, pues desde entonces Mubarak ha brindado ayudas económicas a niños en problemas en su país, Baréin, hasta pasar las fronteras y ayudar en Egipto, Siria, Irak, Londres, nuestro país México, y en el año pasado en Perú, a Víctor. 


Comentarios